lunes, 17 de junio de 2013

Correspondencia transatlántica II


Porcelana y volcán
Respuesta de José Luis Pardo a «Flecha a la otra orilla»




1 de enero de 2013.


Estimado amigo: le ruego me disculpe por la imperdonable tardanza en mi respuesta, pero estuve una breve temporada sin poder mirar el correo y entratanto la bandeja de entrada colapsó de tal modo que me está resultando muy trabajoso reconstruir el galimatías. En cualquier caso, le agradezco de veras las cuestiones que me plantea y el cuidado y la simpatía que ha dedicado a mi escrito; lamentablemente, no voy a dar de momento más que una respuesta muy sucinta que no está a la altura de lo que se merecen como preguntas, pero es todo lo que puedo permitirme por el momento.

§ Genealogía de la razón pura.- Deleuze “hace suyo” el proyecto nietzscheano de corregir la KrV, sin duda. Pero, ¿qué es la KrV? Es un intento de refundar la metafísica sobre nuevas bases cuya radicalidad deriva, sobre todo, del modo como se remite, a través de la “Ontología” de Wolff y Baumgarten, a las “fuentes aristotélicas” de la ciencia del ser en cuanto ser. Kant se convierte, así, en el refundador moderno de la metafísica o en el fundador de la metafísica moderna (crítico-ilustrada). Re-escribir la KrV es, por tanto, volver a refundar la metafísica (por eso, según Deleuze, Kant es para Nietzsche —y para él— un rival, no un adversario como Hegel, puesto que lo que quiere hacer Nietzsche, como hizo Kant, es rediseñar el terreno de juego), empezando por construir otra ontología (distinta de la que literalmente Kant llama por este nombre en la KrV). Ahora, la pregunta es, ¿cuál es esa otra ontología? Yo creo que, básicamente, sus principios están contenidos en DR, que por eso es a mi modo de ver “el discurso del método” (como discurso del método es la Metafísica de Aristóteles o la KrV de Kant), pero está sin duda que Deleuze sigue tanteando y que no llega a estar conforme más que con Mil Mesetas (que sería por tanto su metafísica autorizada y que ha disuelto muchos de los elementos “energéticos” y reichianos de AE en el modelo “lógico” de MP, que retoma los términos de LS. La cuestión importante, para mí, es el modo como Deleuze plantea la necesidad de reescribir la KrV, desde un punto de vista que llama repetidamente post-kantiano (el punto de vista que elige para escribir MP) y en el cual, en efecto, se trata de la cuestión de la “génesis”,  o sea, de la producción. Se pideuna génesis de la razón (o sea, una producción del ser, una génesis de lo real o de la “experiencia real”, una “construcción” de la existencia): ¿cómo puede recibir una petición de esta naturaleza una respuesta que no sea teológica? Esta me parece a mí la gran pregunta.


§ Nietzsche y Marx.-  Simpatizo con la idea de  peraltar el papel de Marx en el AE, ya que de hecho la única manera de comentar ese endiablado texto de Deleuze y Guattari es en verdad teniendo delante los textos de Marx. Ahora, y dejando ya aparte la cuestión de la ortodoxia deleuzeana, las coincidencias, desavenencias y controversias en torno a Nietzsche y Marx las he tratado in extenso en Esto no es música (en los tres capítulos sobre la inversión del platonismo —“Cariño mío”, “Entró por la ventana del cuarto de baño” y  “Fin”— así como en los respectivamente dedicados a Marx y a Nietzsche —que son “Porque” y “Miserable Jenable”—, aunque ambos están presentes en casi todos los capítulos), y a ellas me remito para no hacer esta respuesta demasiado prolija y porque se trata ya en sí mismo de un argumento lo suficientemente antipático y anti-deleuzeano.

§ Para terminar.- Claro que hay, en LS, una “protesta” de Deleuze (Artaud contra Carroll, y también en “Porcelana y volcán”), pero pese a todo es el punto de vista de Carroll el que domina el libro (como será el punto de vista de Artaud el que dominará el AE). Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo en que el texto de Deleuze que mejor prefigura la temática del AE es el libro sobre Proust.

Un saludo cordial,

JLP.

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